lunes, 25 de octubre de 2010

Y LA PLANIFICACIÓN URBANA


Y LA PLANIFICACIÓN URBANA ¿QUÉ?
El Ministerio del Poder Popular para la Planificación estudia los grandes problemas de organización del territorio. Temas generales y a gran escala.Energía, comunicaciones, inversiones productivas, etc. Sin embargo, no tiene el poder para hacer que todas las demás instituciones del Estado se ciñan a sus recomendaciones. Infraestructura y Hábitat y Vivienda, cada uno por su lado, corren detrás de las diferentes urgencias y programas que se superponen caóticamente. No hablemos de las gobernaciones y alcaldías, en cuyo trabajo difícilmente aparece la menor mención e intención de ver las alternativas de desarrollo y planificación de regiones, ciudades y poblados. Demasiado ocupados están en buscar la reelección.
Así que la constatación es asombrosa: no existe en Venezuela planificación urbana o regional. A pesar de que hay una tensión gigantesca, como resultado de la política nacional impulsada por el gobierno bolivariano hacia la transformación del territorio y por una redistribución más igualitaria y justa del presupuesto nacional, en el campo de la planificación se han evaporado todos aquellos planes que inclusive en la Cuarta República adeco-copeyana se estudiaban centralizadamente para atenuar o prever los daños provocados por el seudodesarrollo rentista, que nos caracterizó durante tantos años. Planes inconclusos, o más aún, nunca aplicados, respuestas tardías, incapacidad, a pesar de las teorías para contrarrestar las tendencias destructoras y ecocidas del urbanismo inmobiliario desatado y por la libre.Frente a los grandes intereses económicos, la pelea entre los tímidos organismos de planificación urbana y los dueños de la tierra o de los bancos era una pelea de burro con tigre. Esa ha sido la experiencia de los famosos cuarenta años puntofijistas. Pero resulta que ahora, cuando por fin estamos intentando organizar la vida de la nación sobre otras bases, no existe ningún organismo que se dedique a la planificación urbana. ¡Qué maravilla! ¿Cuándo saldremos del subdesarrollo mental? ¡Hasta en el socialismo esa ciénaga nos tiene atrapados.
Actualidad sobre Crisis de la Vivienda en Venezuela
El déficit habitacional en Venezuela es un fenómeno que ha existido durante casi todos los años de la democracia.Son miles, o quizás millones de venezolanos que no cuentan con una vivienda digna. Quizás una de las más estrepitosas fallas del gobierno actual ha sido en esta área de gran interés para el país, puesto que en numerosas oportunidades se ha prometido la construcción de una determinada cantidad de viviendas, y apenas se ha cumplido una pequeña fracción de esta meta. Adicionalmente, las pocas que se han construido, han resultado caras y malas. A pesar de los cambios de nombre del ministerio en cuestión y los organismos relacionados, y luego de varios ministros designados, los resultados no se han materializado.
Aquí presentamos algunas de las noticias más relevantes en torno al tema de la vivienda.

Venezuela se dispone a construir casi tres millones de viviendas en 10 años para solucionar su déficit habitacional, ratificó hoy el ministro de Vivienda y Hábitat, Francisco Sesto. El funcionario apuntó en entrevista con el semanario El 28 que la cifra incluye el déficit actual y el crecimiento vegetativo, lo cual supone un enorme esfuerzo productivo y una excelente administración de los recursos y esfuerzos. Consideró necesario para cumplir el ambicioso plan contar con la participación de la población y combatir las desviaciones que se presentan para ese objetivo como son las ocupaciones de inmuebles y el chantaje social que conllevan. Asimismo se propone la reestructuración del Instituto Nacional de la Vivienda que, dijo, está bajo la influencia de vicios burocráticos y lo que denominó la batalla jurídica contra la especulación en todo el proceso de construcción de viviendas. Sesto explicó que su ministerio promueve medidas jurídicas cada vez más contundentes contra la especulación que se manifiesta en los precios de los terrenos, insumos, transporte y la construcción. Igualmente se emitió una resolución para la distribución más justa de las casas y se emitieron regulaciones que facilitan los préstamos bancarios para el sector, hasta por el ciento por ciento del valor. Este año se proyecta construir, entre el sector público y privado, 107 mil viviendas, cifra que deberá triplicarse en los próximos años para cumplir el propósito de garantizar viviendas con condiciones adecuadas a los 28 millones de venezolanos.
PARA ACABAR DEFICIT HABITACIONALSE REQUIEREN 20 AÑOS DE TRABAJO
Para solventar el dé- ficit de viviendas en el país se requiere el trabajo constante de dos años, construyendo un promedio de 200 soluciones habitacionales en esos 20 años, según estimaciones de la Cámara Venezolana de la Construcción. Fernando Azpúrua, presidente de la referida organización gremial, pronosticó en entrevista a Unión Radio que a pesar de las dificultades en el sector de la construcción para el año 2009 se podrían hacer 115 mil viviendas. El presupuesto del Estado se calcula en 'alrededor de BsF 2 mil 400 millones y el costo por vivienda está calculado en alrededor de BsF 150 mil'. El ministro de Vivienda, Farruco Sesto, fijó la meta en 107 mil techos. Para Azpúrua, el problema principal está en cómo 'conseguir los recursos para poder sustentar los proyectos.' Aclaró que las fuentes de financiamiento provienen del Fondo de Ahorro Obligatorio para la Vivienda (FAO) y de la Gaveta Hipotecaria, pero enfatizó que para que los fondos de estos dos entes se nutran es necesario que los beneficiados aporten un porcentaje de su salario y no una tasa fija que se devalúa con la inflación.

CASOS SOBRE LA PROBLEMÁTICA URBANISTICA EN EL ESTADO ZULIA


Maracaibo: enfrentando la anarquía




04-12-2009 a las 11:51:50
Desde hace largo rato, se evidencian graves deficiencias en la planificación urbana de Maracaibo, capital del estado Zulia. Sin urbanistas, profesionales capaces de repensar la ciudad, el futuro no luce alentador. Profesores de LUZ analizan las fallas y apuntan hacia la academia para ofrecer soluciones

Roberto Torres Luzardo


Deben adelantarse proyectos en la ciudad que beneficien primero a los sectores más pobresFoto: Archivo

Maracaibo. 12 del mediodía. Intersección de la avenida Guajira con calle 67. Un apagón repentino ha causado que el semáforo sea sólo un observante ciego del caos vehicular que se apodera del pavimento: la gran cantidad de tráfico de ambos corredores viales tranca el paso en ambos sentidos.

El conductor de un Chevette rojo descarga su frustración al accionar su corneta repetidamente, mientras que un autobús destartalado y repleto de gente sudorosa responde, como en un contrapunteo de bocinas ensordecedoras.
7 de la mañana. Cualquier villa residencial al norte de la ciudad. Las casas lucen impecables, ordenadas, lujosas, todas con recuadros idénticos de césped recién cortado al frente. El vigilante de la garita presiona un botón y el portón eléctrico se abre, para dejar entrar a un viejo camión cisterna. Viene a llenar el tanque central de la residencia, porque no hay manera de que haya un suministro adecuado por vías normales.
8 de la noche del sábado. Cualquier centro comercial de Maracaibo. Como si estuvieran fijados en un carrusel invisible, los vehículos le dan la vuelta una y otra vez al estacionamiento sin encontrar un puesto para aparcar. Dentro del mall, cientos de personas ya abarrotan cada local de comida, tienda y sala de cine.
Escenas como las anteriores se repiten, se multiplican y arrecian con el pasar del tiempo en Maracaibo, una ciudad que enfrenta graves deficiencias en su planificación urbana, y que no parece estar cumpliendo con la premisa que da origen a las ciudades: ser un dispositivo para vivir mejor y satisfacer las necesidades del hombre de forma más placentera. Si se le pregunta al conductor del Chevette de aquel embotellamiento, probablemente diga que no: Maracaibo no está satisfaciendo sus necesidades de forma –ni remotamente– placentera.Radiografía de los problemas
Ramón Reyes es el director del Instituto de Investigación de la Facultad de Arquitectura y Diseño (Ifad), y profesor de la
Universidad del Zulia. A medida que intenta diagnosticar los males que aquejan a la ciudad, traza líneas y figuras geométricas sobre hojas de papel.
“En primer lugar, los problemas vienen dados por la naturaleza de los planes: el primer plan que se hace es el nacional, y luego viene el Plan de Desarrollo Urbano de Maracaibo (PDUM), que lo hace el municipio. Entonces, muchas de las decisiones que se toman en instancias superiores pueden afectar la instancia inferior”, dice, en referencia a que el urbanismo en la ciudad sufre un problema de raíz.
Reyes explica que en la primera versión del PDUM, que data de 1994, se acordó que los límites de la ciudad no se extenderían, y se buscaría optimizar el espacio urbano a partir de la densificación poblacional y el aprovechamiento de los espacios vacantes. “Esto se hace para dar respuesta a los problemas de dispersión poblacional y a la baja compacidad del tejido urbano, es decir, la relación entre el terreno y lo edificado”. Sin embargo, los proyectos habitacionales que se han ejecutado en la ciudad, particularmente al norte de la ciudad, contravienen esa directriz.
El investigador agrega una segunda deficiencia a la mezcla, quizás la más evidente: la insuficiencia de las vías, que se abarrotan en las horas pico ante la cantidad inusitada de vehículos. “El sistema vial está incompleto, porque el plan de desarrollo urbano de 1968 quedó inconcluso. Se construyeron tramos, pero muchas de las vías o no se construyeron, o no fueron construídas con los anchos adecuados.” Sin embargo, aclara que a partir de 1994 se consolidaron algunos corredores viales como La Limpia, Ziruma y Delicias.
Indiscutiblemente, este problema va atado al siguiente, el asunto en el que ciudades como Curitiba y Bogotá se han convertido en ejemplos mundiales, mientras que en Maracaibo la ineficiencia redunda: el transporte público. “Ha habido políticas erradas, como subsidios para taxis, cuando ese no es un medio de transporte sostenible. Debe premiarse el transporte masivo, por ejemplo, los autobuses”, asegura el profesor, quien además refuerza la necesidad de asumir el transporte público como una responsabilidad municipal.
Mientras sigue trazando figuras y líneas sobre el papel, Reyes le endilga el peso más grande del estado caótico de la ciudad a la improvisación con la que la mayor parte de Maracaibo se ha ido construyendo. “Aproximadamente, un 60 por ciento de todo lo que está edificado es urbanización informal, es decir, el proceso de construcción de una ciudad que no está urbanizada de ninguna manera, como en el caso de las invasiones”, finaliza.Educación: el antídoto
Ante el caos que se apodera de la ciudad, sus habitantes siguen exigiendo soluciones a los gobernantes. Pancartas hechas a mano durante protestas en barrios y plazas apuntan a Freddy Rodríguez, Daniel Ponne y Pablo Pérez –Presidente de Hidrolago, Alcalde de Maracaibo y Gobernador del Zulia– como los encargados de solventar las crisis. No obstante, para resolver el estado casi anárquico de la ciudad, la educación y la investigación desde la academia son las verdaderas soluciones que tienen el poder de transformar a Maracaibo en una urbe sostenible, eficiente y justa.
No basta con los arquitectos e ingenieros civiles que cada año egresan de la Universidad del Zulia y otras casas de estudio. Una nueva raza de profesionales debe nacer para empezar a transformar a la capital del estado y hacerle frente a los males que la aquejan. Una suerte de profesional híbrido entre el sociólogo, el economista y el ingeniero: el urbanista.
“Nos permitiría orientarnos mucho más el hecho de formar urbanistas desde la Universidad, y debemos hablar de una formación integral que comprenda: cursos cortos, de mediano aliento, y estudios de cuarto y quinto nivel. Tiene que ser una formación teórica y práctica a la vez”. Estas palabras resuenan en la voz del sociólogo Gustavo Chourio, en el cubículo número once del Ifad, a medida que ofrece sus visiones sobre la Maracaibo de hoy en día, y lo que debería hacerse para transformarla.
“El problema está en que la ciudad la han intentado gestionar el ingeniero y el arquitecto, que no tienen idea de los principios económicos. Sufrimos de un déficit de urbanistas que sean economistas, geógrafos y sociólogos, porque son estos profesionales quienes deben encargarse de la planificación”.
Ante la resonancia mundial que ciudades como Bogotá y Sao Paulo han recibido tras sus transformaciones, Chourio enfatiza que no es posible equiparar ciudades distintas, pero sí observar las tácticas usadas para que sirvan de ejemplo. “Hemos visto cómo ciudades de segundo rango que se parecen a Maracaibo han solucionado sus problemas. Medellín, Santo Domingo, San Salvador, Cartagena: estas ciudades se parecen más a nosotros, y han logrado mejorar la calidad de espacio físico y ordenación del territorio”.
Además explica que, a su juicio, deben adelantarse proyectos en la ciudad que beneficien primero a los sectores más pobres. “Cada ciudad es única e irrepetible, y cada una debe buscar el énfasis que quiere darle a sus proyectos.

La planificación urbana sugiere que las ciudades deben construirse con los técnicos, pero también con la gente. Por eso la ciudad debe jerarquizar los proyectos de forma que los pobres vayan primero, porque la ciudad se creó para ser un dispositivo para habitar, es un artefacto que el humano inventó para vivir mejor”.

El sociólogo sustenta su jerarquización de los proyectos con una cifra tan reveladora como preocupante. “El 30 por ciento de la superficie de la zona metropolitana de Maracaibo (que abarca los municipios San Francisco y Maracaibo) está ocupada por barrios. Trabajar en los barrios es necesario porque la ciudad los tiene al norte, sur, este y oeste”.

El profesor afirma que las visiones de la ciudad ideal varían de acuerdo a las necesidades de sus diferentes ciudadanos, y describe a un par de marabinos ficticios para ilustrar su idea de que la ciudad debe construirse junto a quienes la habitan. “Petra Garzón, una cachaca que llegó de Colombia hace 15 años y vive en el Barrio 18 de Octubre tiene su verdad. Luis Esvengoechea, descendiente de españoles, y que vive en el sector La Lago, tiene su verdad, y a ambos hay que escucharlos

Los planificadores y los ejecutores de la ciudad tenemos que dialogar con la gente porque es la única manera de que construyamos la ciudad que todos necesitamos y queremos”, dice con firmeza. Sobre la ciudad idílica, la Maracaibo soñada por Gustavo Chourio, rápidamente señala los aspectos claves, e indica cómo lograrlos. “Imagino una ciudad con buen espacio público, con un desarrollo económico equilibrado, policéntrica y decididamente internacional. La veo planificada por todos, más justa y más equilibrada. ¿Cómo se hace eso? Con una universidad mucho más clara, con unos políticos más claros, y alineando la política con la academia y la sociedad civil.
Tras estas últimas frases, el sociólogo se pone de pie, dando por concluida su intervención. Antes de que salga con paso apresurado, responde a una última pregunta: -¿Qué le espera a Maracaibo en 30 años si no se toman correctivos a tiempo? -Caracas. Esa es la respuesta. Maracaibo ideal
Tras oír los datos que presentan estos expertos en el área de urbanismo, es probable que se acreciente el desánimo entre los marabinos. Surge una sensación de que el juego está trancado al escuchar como los profesores elaboran el decálogo de fallas en el urbanismo, que terminan traduciéndose en el caos vial, residencial y de servicios que hoy se cierne sobre Maracaibo.
Sin embargo, también se evidencia que las soluciones definitivas pueden encontrarse, no en un nuevo complejo residencial, ni en un promisorio sistema de distribución de agua, sino en la formación de teóricos y profesionales capaces de pensar una ciudad mejor, más equilibrada y que satisfaga más eficientemente las necesidades de los pobladores.
Resulta apremiante que desde las Universidades comience a gestarse la idea de formar urbanistas: profesionales capaces, hábiles y visionarios que reenfoquen a la ciudad y aprovechen sus múltiples potenciales para hacer de Maracaibo una urbe internacional, que atraiga inversiones y turismo pero, sobre todo, que sea un lugar donde sus ciudadanos habiten en paz y tranquilidad.

LA PLANIFICACIÓN

CONCEPTO DE PLANIFICACION
Es una técnica que trata de coordinar ex ante los comportamientos de las diversas unidades bien sean económicas, políticas o sociales que participan en un sistema determinado, con el objeto de alcanzar objetivos predeterminados.
Dentro de este concreto tema se encuentra el término planificación referida al territorio que se define como: La acción y la práctica (en mayor medida que la ciencia, la técnica o el arte) de disponer con orden, a través del espacio de un país y en una visión prospectiva, los hombres, las actividades, los equipamientos y los medios de comunicación que ellos pueden utilizar, tomando en consideración las limitaciones naturales, humanas, económicas o incluso estratégicas.
PLANIFICACIÓN URBANA
El desarrollo urbano se encuentra regulado en un conjunto de leyes que garantizan un desarrollo planificado y apegado a criterios técnicos previamente establecidos. Esas leyes son de aplicación obligatoria en virtud de que son de orden público y son esas mismas normas las que indican las instituciones encargadas de ejecutar tales disposiciones y de ejercer una correcta y oportuna vigilancia y fiscalización en la ejecución de las obras.
Las municipalidades de todo el territorio nacional son los entes encargados de velar porque las ciudades reúnan las condiciones de seguridad, salubridad, comodidad y belleza, tal y como lo ha establecido la Ley.
Son estos mismos entes, los que, ante una infracción al ordenamiento urbano, deben imponer las sanciones de ley, que van desde multas, clausuras, desocupación, demolición de obras, entre otras.
Para cumplir con lo anterior, los Gobiernos Locales tienen la obligación de ejercer la vigilancia correspondiente sobre las obras que se realicen en su jurisdicción, verificando que se cumpla con las disposiciones contenidas en la normativa vigente.
Si existe una normativa urbanística y acatamiento obligatorio de la misma, el gobierno podría conocer una cantidad considerable de quejas presentadas por vecinos de diferentes comunidades que denuncien la construcción de obras al margen de las disposiciones normativas existentes.
En Venezuela existe un amplio número de casos referidos a incumplimientos de normativa urbana por parte tanto de empresas particulares que desarrollan proyectos de vivienda, como de entes públicos, la Dirección ha determinado la urgencia de analizar el tema de una forma general, procurando hacer conciencia en las autoridades de gobierno correspondientes de la necesidad de que el desarrollo del territorio nacional sea sistemático, que corresponda a planes reguladores previamente diseñados, procurando la menor afectación al medio ambiente y un mejoramiento integral de la calidad de vida de los habitantes.
La función de vigilancia de las obras por parte de los Gobiernos Locales no debe ser dilatada y mucho menos obviada de modo alguno; debe ser una función activa y constante en el cuidado de que los constructores ejecuten las obras acatando rigurosamente TODAS las especificaciones técnicas y requisitos que se impongan, puesto que la labor encomendada por ley, debe ser ejercida de una manera diligente y satisfactoria en aras de que los habitantes tengan la seguridad de que sus derechos e intereses en este ámbito, serán garantizados por las autoridades responsables de proveer un servicio público para los administrados.
Esa labor de vigilancia debe ser llevada a cabo a través de inspecciones constantes. Es decir, debe hacerse un examen y reconocimiento riguroso con el fin de que si las obras no cumplen con lo exigido y lo proyectado en planos, se le prevenga a quien corresponda el acatamiento inmediato de cuanto proceda. La labor de inspeccionar debe ser una función que traspase los límites de un código; debe ser llevada a la práctica por medio de los inspectores que designen las municipalidades de la República.
Así como en la Ley de Planificación Urbana se indica la necesidad de que los proyectos urbanísticos satisfagan las normas mínimas reglamentarias, en el Reglamento para el control nacional de fraccionamientos y urbanizaciones se encuentran disposiciones que puntualizan las condiciones municipales para permitir fraccionamientos, urbanizaciones e incluye los requisitos correspondientes al acceso a la notificación y amanzanamiento y a la cesión de áreas para uso público.
proyectos urbanísticos que no cuentan con las áreas públicas correspondientes, o construidos en zonas no aptas, con impedimento técnico para la prestación de servicios públicos, entre otros, son la constante que ocupa la atención del gobierno. La mayor cantidad de veces obedecen los mismos a una construcción realizada sin mayor aprobación o supervisión municipal, con problemáticas que con posterioridad son de difícil solución.
El gobierno y las leyes rescata la necesidad de la existencia de planes reguladores en los diferentes cantones del país, los cuales no constituyen sólo de interés municipal sino más bien de interés nacional, en tanto la afectación que una inadecuada planificación urbana tiene sobre el ambiente y la calidad de vida de los habitantes es un asunto que nos preocupa a todos.
VENTAJAS
· Mejora la localización y disposición de los hechos en el espacio geográfico propio.
· Se establecen condiciones de equidad en todo el territorio.
· Se logra una correcta distribución y accesibilidad de las dotaciones y los equipamientos.
· Se hace utilización racional de los recursos de todo tipo existentes en el territorio, mediante la localización adecuada de los usos del suelo y de las actividades.
· Se desarrolla la estructura urbana asegurando sanas condiciones de vida y de trabajo.
· Se mantiene y mejora las condiciones económicas, sociales y culturales, densificando las zonas residenciales y de trabajo.
· Se mejora las condiciones residenciales y de trabajo, perfeccionando los servicios de tráfico y suministro robusteciendo las zonas periféricas.
· Se logra el mantenimiento y mejora de sanas condiciones de vida, de trabajo, de educación, salud y esparcimiento en el área urbana y su equilibrada relación con las áreas intermedias y rurales.
· Se promueve una sociedad basada en la justicia social, la equidad y la participación.
· Se promueven oportunidades respecto a la vivienda, trabajo, educación y la cultura.
PLANIFICACION INDUSTRIAL
La formulación y evaluación de proyectos industriales adquiere mayor relevancia conforme nuestro país se adentra mas en una economía de desarrollo, en la cual la competencia de precios y calidades de los productos de los mercados interno y externo habrán de requerir de una mayor eficiencia en los factores productivos.
Surge entonces la necesidad de ponderar y evaluar con mas profundidad lo que se emprende y una planificación industrial que asegure dentro del marco económico el porvenir venezolano basándose en la población, ingresos, egresos, volumen de la producción, inflación, demanda, empleo, etc..
La evolución económica y social que se ha registrado desde principios de la década parece indicar que conviene definir e instrumentar una «gobernabilidad económica» para países emergentes como Venezuela que reuniría dos condiciones simultáneas: por una parte, responder a los retos internos y externos planteados por la globalización; por otra, buscar los «puntos de anclaje» nacionales y regionales que puedan articularse con la apertura global, consolidarla y legitimarla.
En el ámbito interno, incluiría, en primer lugar, la reducción de la pobreza y el desarrollo social, mediante políticas sociales de largo plazo y consistentes con las políticas macroeconómicas. Otras prioridades indispensables en la visión global requerida por la gobernabilidad económica incluirían el desarrollo institucional (es decir, la capacidad del Estado de diseñar e instrumentar políticas adecuadas en todos los campos, mediante una administración pública profesional, confiable y capacitada), el apoyo a la competitividad de las empresas (que incluye las políticas de desarrollo tecnológico) y el desarrollo sostenible (es decir, la articulación del crecimiento económico con la equidad social y el uso racional de los recursos naturales.
En el ámbito externo, debería centrarse en un objetivo general: una adecuada inserción en la economía mundial como instrumento del desarrollo nacional y regional. Esa inserción implica lograr una apertura económica balanceada entre las presiones del contexto externo y las necesidades internas, y prepararse a negociar nuevos temas y nuevas alianzas.
VENTAJAS
· Mejora los factores de competitividad industrial que posibilitan el sostenimiento de las actividades existentes y su creación en sectores de futuro para contribuir con una base industrial y tecnológica suficiente al desarrollo diversificado, articulado y sostenible de la economía regional.
· Consolidación de la participación del sector industrial.
· Mantenimiento del empleo industrial con una mejora en la calificación y productividad laboral.
PLANIFICACION POBLACIONAL
Cuando se habla de planificación poblacional se refiere a la ordenación de las personas en un territorio determinado según una planificación. Teniendo presente el concepto de planificación vamos a la clarificación del concepto de mayor contenido espacial o geográfico que nos atañe en este caso.
El territorio es el espacio geográfico adscrito a un ser, a una comunidad, a un ente de cualquier naturaleza, física o inmaterial: el espacio de vida de un animal, el área de aparición de una especie vegetal, el ámbito de difusión de una lengua o de cualquier otra práctica social, etc. Cuando se atribuye a un grupo humano complejo (un pueblo, una nación, una sociedad) se convierte en uno de los integrantes fundamentales de su proyecto común: en soporte y recurso básico, ámbito de vida, paisaje propio e invariante en la memoria personal y colectiva. En definitiva en el espacio geográfico en el que se vive y que corresponde manejar y administrar para bien de los individuos y del conjunto de la comunidad.
El orden existente en un territorio dado puede referirse a la descripción y comprensión de los integrantes del mismo que consideramos principales o también expresar una percepción o valoración cualitativa de su distribución. Los elementos que significamos especialmente y su evaluación cambian de unos momentos a otros, según las culturas y los grupos sociales, dependen de la capacidad para conocer y utilizar el ámbito considerado.
La ordenación del territorio es la voluntad y la acción pública para mejorar la localización y disposición de los hechos en el espacio geográfico propio.
Una valiosa publicación define la ordenación del territorio como:
La acción y la práctica (en mayor medida que la ciencia, la técnica o el arte) de disponer con orden, a través del espacio de un país y en una visión prospectiva, los hombres, las actividades, los equipamientos y los medios de comunicación que ellos pueden utilizar, tomando en consideración las limitaciones naturales, humanas, económicas o incluso estratégicas
Para la planificación de la población se toman en cuenta también otros factores tales como: la tasa de natalidad, la tasa de mortalidad, la edad promedio de las personas, población estudiantil, población trabajadora, población desempleada, etc..
La población venezolana se reparte en todo el territorio de país, dicho territorio se divide en Estados y los éstos a su vez en Municipios atribuida históricamente al poder local en el contexto político y cultural. Para la creación de un Municipio es necesario:
· Una población de doce mil (12000) habitantes,
· Un territorio determinado,
· Un centro de población no menor de dos mil quinientos (2500) habitantes que sirva de asiento a sus autoridades; y
· Posibilidad de generar recursos suficientes para atender los gastos de gobierno, administración y prestación de servicios mínimos obligatorios.
VENTAJAS
· Se extraen conclusiones acerca de la naturaleza de una población.
· Se pueden hacer inferencias acerca de la población a partir de una muestra extraída de la misma, para evaluar las necesidades de la pobalción.
DESVENTAJAS DE LA PLANIFICACION EN GENERAL
Las desventajas de la planificación se derivan mayormente cuando no se hacen cumplir las leyes que la rigen, la parte negativa se presenta cuando existe:
· Falta de personal técnico que realice los debidos monitoreos y haga cumplir las leyes;
· Excesiva burocracia; falta de voluntad política de los gobiernos en hacerlas cumplir;
· Multas bajas que hacen posible violar las normas con poco pago de dinero.

lunes, 18 de octubre de 2010

URBANISMO CONTEMPORÁNEO

EL URBANISMO CONTEMPORÁNEO*
Denio Munia Benfatti
PRESENTACIÓN: A partir de una clasificación de Christian de Portzamparc, el autor de este artículo pasa revista a las respuestas que ha tenido a lo largo del siglo la problemática urbana. Desde una perspectiva que busca soluciones humanas, analiza el momento actual con su reconsideración de las formas tradicionales y su intento de redescubrir los valores de la ciudad.
* Da Vinci proponía la creación de asentamientos satélites de no más de 10 mil habitantes. También proponía un diseño de vías de comunicación para el centro urbano en varios niveles, reservando el nivel superior a la circulación de peatones y el inferior a la circulación de vehículos, mercancías, y a la eliminación de desechos.
Brasilia es uno de los más grandes ejercicios urbanísticos de inspiración corbusiana. La adopción de sus principios pretendidamente universales ha suavizado el desmontaje progresivo de la ciudad tradicional y de los conceptos urbanísticos de la ciudad del siglo XIX.
Lo que en la ciudad de la Edad I tenía el sentido de calle, espacio público por excelencia, toma ahora el sentido de vía de circulación, de acceso. En la definición de Portzamparc, lo que distingue, y al mismo tiempo caracteriza a la ciudad de la Edad II es esta inversión de la visión del espacio. Una inversión que supone el rechazo de la calle con edificios autónomos, que ya no se organizan alrededor de espacios públicos.
Entre otros, los principales objetivos del Plan del Gran Londres eran el bloqueo de instalaciones industriales, el desplazamiento industrial y residencial hacia las áreas exteriores, la disminución de la población del Gran Londres en su conjunto. Como complemento de estas acciones, fue propuesto un esquema de reasentamiento poblacional por medio de ocho ciudades nuevas autosuficientes, localizadas a una distancia promedio de 50 km del centro de Londres.
* ,Para dar una idea de la profundidad de la crisis habitacional en la ciudad de París en 1954, diremos que solamente 22 por ciento de las habitaciones estaban servidas por un sistema de aprovisionamiento de agua; 40 por ciento aproximadamente no tenía lavavo interno, y solamente 20 por ciento poseía baño con ducha.
* En total, durante un periodo de 15 años, entre 1955 y 1970, Francia construyó en todo su territorio más de cuatro millones de departamentos, sin contar algunos cientos de miles de viviendas individuales. Una cifra bastante significativa, en comparación con la población total del país, que actualmente es de poco más de 50 millones de habitantes.
En 1960 se preparó el primer Plan de Mejoramiento y Organización General de la Región Parisina. Pretendía frenar el crecimiento físico de París promoviendo el crecimiento de otras ocho ciudades del país, como polos de equilibrio, o metrópolis de equilibrio. Este plan se opuso frontalmente a la propuesta de ciudades nuevas para la región de París, con el pretexto de que las mismas acabarían por intensificar el crecimiento urbano de la región.
* Ciudades tales como Sao Paulo, México, Río de Janeiro, entre muchas otras, no solamente han mantenido altas tasas de crecimiento sino que también ven agravarse todos los días sus disfunciones urbanas. Para no citar más que algunos indicadores de viabilidad, y de modo de vida urbana, estas ciudades imponen una carga diaria en tiempo de transporte superior a dos horas. Este mismo recorrido promedio cotidiano en las grandes ciudades de Estados Unidos, Europa y Japón es inferior a 50 minutos.
Ya las grandes metrópolis de principios del siglo (Londres, Berlín, Nueva York, etcétera), siguiendo el ejemplo de París, han tenido una inflexión en su tasa de crecimiento urbano, y actualmente se han estabilizado o presentan tasas de crecimiento anual de poco más de cero.
* La estabilización de la población de las metrópolis, y sobre todo el decrecimiento de la población en las zonas centrales, podrían estar originando un nuevo tipo de preocupación completamente opuesto al que tenían los urbanistas de principios de siglo. Actualmente ya no se teme a la explosión de los grandes centros urbanos, sino por el contrario, al vaciamiento.
* Si en los años cincuenta, sesenta y hasta la mitad de los setenta, los gobiernos locales centraban sus esfuerzos en la administración urbanística y la planificación del crecimiento urbano acelerado, en los años subsiguientes, su preocupación ha estado dirigida hacia la dotación de servicios a las grandes zonas urbanas que han sido incorporadas a las ciudades en el periodo precedente.
* El crecimiento de las ciudades y su urbanización han creado, o mejor dicho, han resuelto solamente una parte de los problemas: dar alojamiento a la población nueva. La ciudad, por contigüidad o por extensión, presta su nombre, pero no pasa sus atributos a estas nuevas áreas. Aquí tenemos la ciudad de la tercera edad. Y es para esta ciudad que se deben presentar nuevos planteamientos teóricos, las estrategias de transformación.
Actualmente, asociado a un conjunto de crisis económicas, institucionales e ideológicas, vemos cómo se ponen a discusión una serie de hechos que se daban por ciertos, y conceptos ya establecidos. La arquitectura y el urbanismo, ciertamente, no han escapado a estas crisis de dudas, y los procedimientos ensayados progresivamente en las diferentes regiones del mundo destinados a controlar, orientar y dar forma al crecimiento de las ciudades son impugnados en cuanto a su naturaleza y eficacia.
* El predominio o el consenso, o ambos, respecto a los principios y modelos, comienzan a derrumbarse. Aun teniendo en cuenta la genialidad y el talento de Le Corbusier, las proposiciones del CIAM, la ambición de postular conceptos definitivos y universales para la construcción y la organización de la ciudad moderna, así como los resultados obtenidos, han resultado profundamente discutibles. Habitar, circular, trabajar, es lo esencial, y sin embargo, insuficiente para constituir una ciudad.
Se habla de un retorno a la ciudad, de un redescubrimiento de los valores de la ciudad. Pero, ¿cuáles son estos valores exactamente?, ¿de qué ciudad o de cuál de sus partes se habla?, y, ¿para qué situación específica se propone este retorno a la ciudad?
Lejos de haber encontrado una síntesis, las preguntas están todavía en el aire. ¿Será que las propuestas que se hicieron para Barcelona y Berlín eran equivocadas? ¿Debemos aceptar el mito de la ciudad que no evoluciona, o afirmar su opuesto, la ciudad como algo que ha sido superado por la velocidad, por los cables ópticos, por las redes de comunicación?
* Evitando la facilidad y la simple regresión, Portzamparc busca en los intersticios de la ciudad actual, en la oposición de las herencias contradictorias, nuevas estrategias para las transformaciones que exige la ciudad contemporánea. Él prevé todo el desorden del momento actual como una posibilidad de afirmación, de construcción de nuevas estrategias.
Todos los ciudadanos sueñan con un tiempo feliz en la ciudad. Un tiempo que, independientemente de la edad, del autor, del personaje, se sitúa invariablemente en un periodo lejano de su existencia. Los recuerdos adquieren una importancia fundamental y la nostalgia se impone como un hecho universal. Con frecuencia recordamos que los tiempos idos fueron mejores. "¡Ah, qué tiempos los de antaño!" Se podía tomar el tranvía, el trayecto no era largo, era seguro, todas las líneas estaban a nuestra disposición, cosa que ya no es evidente en nuestros días.
En términos urbanísticos, la realidad es a veces diferente. El crecimiento vertiginoso y caótico, simple producto de la casualidad y de la acumulación de elementos incoherentes y sin método, las dimensiones y la disposición a que han llegado las ciudades, las disfunciones de la vida urbana, la cantidad de gente, el fenómeno reciente de los embotellamientos, la instalación de gigantescas y modernas fábricas, como la Fiat de Lingotto – inaugurada en los años veinte en Turín y cuya extensión sobrepasa los 500 metros por lado– en fin, todo lo que concierne al fenómeno metropolitano, ha colocado desde el comienzo de este siglo a los arquitectos, urbanistas y geógrafos ante cuestiones que comprenden no sólo el modo de vida y la dimensión ideal de las ciudades, sino también la viabilidad misma de las metrópolis en cuanto lugares de domicilio y producción de bienes y servicios.
Ante estos problemas, en las últimas décadas la idea de caos se ha extendido y ha estado siempre presente. Sin embargo, no sólo no se ha llegado al caos, sino que la idea misma se ha renovado constantemente, y entonces, una vez más, cada nueva generación puede canturrear la misma canción: "¡Ah, qué buenos los viejos tiempos!"
La idea de ciudad-jardín estaba en el centro de las preocupaciones a principios del siglo. Los esquemas de Howard proporcionaban los sustratos teóricos para todo el desarrollo de la planificación urbana subsecuente; preconizaban una combinación entre las ventajas de una vida urbana intensa y sana con los placeres del campo.
El movimiento de ciudades-jardín y su ulterior desarrollo teórico, asociado a algunas experiencias concretas durante la primera mitad de este siglo, han dado como resultado un esfuerzo de contención del crecimiento urbano, así como el desarrollo de modelos que estipulan una dimensión ideal para la ciudad, una cintura verde para estructurar y delimitar el controno urbano, y el crecimiento controlado por la implementación de nuevos núcleos urbanos (ciudades nuevas).
Esta idea no es reciente. Debemos a Leonardo da Vinci la primera formulación moderna en 1485, destinada a reorganizar y sanear la ciudad de Milán después de la devastación, casi total, que sufriera a raíz de una peste. Da Vinci proponía la creación de asentamientos satélites de no más de 10 mil habitantes. También proponía un diseño de vías de comunicación para el centro urbano, en varios niveles, reservando el nivel superior a la circulación de peatones y el inferior a la circulación de vehículos, mercancías, y a la eliminación de desechos. Durante los años cincuenta, el buró del arquitecto Mauricio Roberto presentó un proyecto similar, el de una ciudad como núcleo, para el concurso de Brasilia.
La idea de orden y vida urbana sana, sin embargo, no siempre ha estado asociada a un retorno al pasado, a la contención del crecimiento urbano o, inclusive, a un retorno al campo. Frente al caos y a todos los males que afligían entonces a los habitantes de las grandes ciudades, Le Corbusier interpone su obsesión de limpieza, geometría y orden.
Su ciudad contemporánea se opone radicalmente a la ciudad tradicional. Portzamparc, en un texto publicado en el número 9 de la revista Óculum, define la ciudad tradicional, a la que nos referimos antes, como ciudad de la primera edad. En contraposición con la ciudad tradicional, la ciudad contemporánea propuesta por Le Corbusier ha sido llamada la ciudad de la segunda edad.
Le Corbusier, a pesar del pequeño número de realizaciones –el Plan Director de Chandigarth y la ciudad-jardín de Pesac– fue un agitador cultural, y sus teorías, por lo tanto, han influido en todo el urbanismo de los decenios posteriores. Brasilia es uno de los más grandes ejercicios urbanísticos de inspiración corbusiana. La adopción de sus principios pretendidamente universales ha suavizado el desmontaje progresivo de la ciudad tradicional y de los conceptos urbanísticos de la ciudad del siglo XIX. A los islotes cerrados de la ciudad tradicional, él opone los islotes abiertos, grandes calles, inmuebles autónomos y aislados, separación de flujos sobre niveles distintos según los tipos de desplazamiento (peatones, circulación local, etcétera).
Al principio, sus proposiciones de islotes abiertos en U conservan parcialmente la calle como corredor solamemente en la forma. Más tarde, sus proyectos abandonan completamente la relación con la calle.
La influencia más grande de sus teorías no consiste, por lo tanto, en la implementación de nuevas ciudades sino fundamentalmente en su idea del inmueble aislado y autónomo. La Unidad Habitacional de Marsella (1947-1952), uno de los raros proyectos construidos, un inmueble aislado en el interior de un área, que no se puede afirmar que sea un islote, se convirtió en uno de los modelos de inmuebles urbanos más copiados en el mundo. Esta nueva tipología y su correspondiente relación inmueble-ciudad, rompen completamente la forma del urbanismo típico del siglo XIX.
Así, lo que en la ciudad de la Edad I tenía el sentido de calle, espacio público por excelencia, toma ahora el sentido de vía de circulación, de acceso. En la definición de Portzamparc, lo que distingue, y al mismo tiempo caracteriza a la ciudad de la Edad II es esta inversión de la visión del espacio. Una inversión que supone el rechazo de la calle con edificios autónomos, que ya no se organizan alrededor de espacios públicos.
Estas características de la Edad II han marcado significativamente la construcción del territorio urbanizado en los años cincuenta, sesenta y setenta. Sobre todo en las ciudades, en donde su expansión se hace por la construcción de conjuntos residenciales planificados y concebidos en el "estilo internacional".
CAOS Y CONTENCIÓN URBANA
Toda la discusión respecto al crecimiento y transformación de las ciudades, la planificación urbana y las propuestas de contención y redistribución equilibrada de la población sobre el territorio urbano y regional, desarrolladas durante la primera mitad de este siglo, incidirá de manera decisiva en la formulación del Plan del Gran Londres (1944). Coordinado por el arquitecto Patrick Abercrombie, este plan representó, según Munford, "el mejor documento aislado que haya surgido hasta ahora sobre la planificación, después del libro de Howard; en efecto, puede casi considerarse como la forma madura del organismo, del cual Garden Cities of Tomorrow había sido el embrión".
Además, el acta que daría viabilidad a la política de New Towns en Inglaterra, editado poco después (1946), reposaba sobre una legislación urbanística que ha evolucionado siguiendo este mismo proceso de discusión, en donde la Town and Country Olanning Association ha jugado un papel fundamental. Oponiéndose sistemáticamente a la creación de nuevos barrios populosos, esta asociación defendía la alternativa de que el crecimiento urbano se hiciera a partir de la creación de ciudades nuevas autónomas.
Entre otros, los principales objetivos del Plan del Gran Londres eran el bloqueo de instalaciones industriales, el desplazamiento industrial y residencial hacia las áreas exteriores, la disminución de la población del Gran Londres en su conjunto. Como complemento de estas acciones, fue propuesto un esquema de reasentamiento poblacional por medio de ocho ciudades nuevas autosuficientes, localizadas a una distancia promedio de 50 km del centro de Londres.
Esta estrategia de contención del crecimiento y desconcentración urbana por medio de ciudades nuevas, fue más tarde seguida por varios países extranjeros en distintas metrópolis. Primero en los países escandinavos, en Estocolmo y Helsinki, a principios de los años cincuenta. Después en Japón, en Tokio, contando también con un entorno verde rodeado de ciudades nuevas, según el modelo inglés. Ulteriormente también en Rusia, Francia, Estados Unidos y en muchos otros países.
Con un cierto desfase en el tiempo (años setenta), estas políticas de contención han sido también adoptadas en Brasil con el programa de ciudades medias y de regiones metropolitanas.
URBANISMO Y ARQUITECTURA EN LA CONSTRUCCIÓN DE LOS SUBURBIOS DE PARÍS
El ejemplo parisino es no sólo un ejemplo específico de contención urbana sino también una base de referencia del texto de Portzamparc.
Francia comenzó a preocuparse tardíamente por las grandes dimensiones del acelerado crecimiento metropolitano. Las primeras ciudades nuevas se propusieron apenas en 1965, cuando esta forma de control del crecimiento metropolitano comenzaba ya a ser cuestionado y estaba en retroceso en otros países.
Los primeros esfuerzos realizados en la posguerra estuvieron canalizados a resolver el problema de la vivienda, a la reconstrucción y el mejoramiento de lo existente, sin que eso implicara proposiciones urbanísticas de mayor alcance. Para dar una idea de la profundidad de la crisis habitacional en la ciudad de París en 1954, diremos que solamente 22 por ciento de las habitaciones estaban servidas por un sistema de aprovisionamiento de agua; 40 por ciento aproximadamente no tenía lavabo interno, y solamente 20 por ciento poseía baño con ducha.
Como una primera reacción a esta situación, la administración recurrió a un programa de reconstrucción de grandes conjuntos residenciales, pero sin poner mucha atención en su localización y en la calidad de los proyectos. En total, durante un periodo de 15 años, entre 1955 y 1970, Francia construyó en todo su territorio más de cuatro millones de departamentos, sin contar algunos cientos de miles de viviendas individuales. Una cifra bastante significativa, en comparación con la población total del país, que actualmente es de poco más de 50 millones de habitantes.
Hasta 1958 la escala de estos conjuntos era todavía de alrededor de 500 unidades. Desde entonces, con la propuesta de las ZUP (zonas de urbanización prioritaria), las dimensiones de estas nuevas masas urbanizadas han dado un salto. Algunas de estas zonas han alcanzado dimensiones muy grandes, comparables con las ciudades nuevas implantadas en otros países.
Jean-Pierre Le Dantec, en su libro Enfin l’Architecture, consagra a la descripción de esta situación todo un capítulo, cuyo título es a la vez claro y contundente: "Los treinta años negros de la arquitectura francesa".
Su evaluación de los resultados de la reconstrucción y de la expansión de los barrios populosos es demoledora. Entonces, dice él, "lo que se construía –a gran velocidad por cierto– era espantoso. Sin importar cuál fuera el discurso social que pretendidamente lo justificara"... "Prefabricación pesada por una parte, urbanismo de zoning por la otra y, sobre todo, un empaquetamiento considerado arquitectura: todo tendía a la repetición de un catálogo de cajas, listas para colocarse donde fuera: maletas de todos los tamaños, pero cuanto más grandes mejor; silos para trabajar o para dormir..."5
En 1960 se preparó el primer Plan de Mejoramiento y Organización General de la Región Parisina. Pretendía frenar el crecimiento físico de París promoviendo el crecimiento de otras ocho ciudades del país, como polos de equilibrio, o metrópolis de equilibrio. Este plan se opuso frontalmente a la propuesta de ciudades nuevas para la región de París, con el pretexto de que las mismas acabarían por intensificar el crecimiento urbano de la región.
Las medidas tomadas en este plan resultaron inadecuadas. A fin de cuentas, aun si las metrópolis de equilibrio resultaban ser un gran éxito, las luces de París permanecían como una atracción irresistible para los jóvenes inmigrantes. Siguiendo el ritmo de crecimiento verificado en esa época, la ciudad no habría resistido, con toda segirudad, una explosión así.
En 1964, cuando se empezó a pensar más concretamente en las ciudades nuevas, las ZUP albergaban ya una población aproximada de dos millones de personas, casi todas concentradas en los suburbios. Esto no es ninguna exageración. La reconstrucción y la expansión de los barrios populosos dieron como resultado asentamientos verdaderamente caóticos.
En 1965, cuando la población parisina alcanzaba los nueve millones de habitantes, se propuso un nuevo plan general. Este plan definía normativamente que la población de la región no debería sobrepasar los 14 millones de habitantes hasta el año 2000. Esta previsión no se realizó, y la población de la región parisina no sobrepasa actualmente los 11 millones de habitantes. Sin embargo, en ese momento, esta previsión contenía una suposición heroica, podría decirse, pretendiendo que la emigración hacia París sería de cero. No consideraba más que el crecimiento de la población ya fijada en París durante todo el periodo considerado (35 años).
Sin embargo, los urbanistas tenían como tarea dar abrigo a una población de cinco millones de habitantes. Así pues, adoptaron un plan de ciudades nuevas siguiendo el modelo de ciudades satélites adoptado en Estocolmo, a principios de los años cincuenta. Se propusieron cinco nuevas ciudades de 500 mil habitantes y, por lo tanto, la mitad del crecimiento previsto para París estaría fijada en cinco nuevos núcleos, y otra cantidad similar debería encontrar acomodo en el interior del área ya urbanizada.
Las ciudades se colocaron sobre el eje preferencial este-oeste, en el valle del Marne, y en el alto Sena. Las nuevas ciudaders son: Evry y Melun-Senart (región sur), St. Quentin en Yvelines (sudoeste), Marne-la-Vallée (este) y Cergy-Pantoise (norte).
Estas cinco ciudades están situadas entre 20 y 30 km del centro de París. Su objetivo principal es romper el monocentrismo de la capital realizando la transferencia de puestos de trabajo hacia otras regiones, disminuyendo los desplazamientos hacia el centro, aligerando así la presión sobre el tránsito en la zona central.
La expansión rápida de los suburbios parisinos ha presentado, en su conjunto, resultados poco alentadores.
"Ah, qué bella época era aquella... la de los grandes conjuntos" que pasaban por "ejemplares" (y lo eran, ciertamente, para desgracia de los usuarios).
No tardaron las demandas sociales por un mejoramiento de las condiciones urbanas. Comenzaron inmediatamente después de las inauguraciones, y los programas de recalificación de los espacios habitacionales habían empezado ya hacia mediados de los años setenta. Poco tiempo después, a comienzos de los ochenta, con el aumento de la tensión social y de la violencia en la región parisina, el Estado tuvo que establecer una política más agresiva y ambiciosa, denominada "desarrollo social de los barrios". La transformación de estos espacios en una ciudad ha planteado cuestiones muy complejas. Mientras que los conjuntos más pequeños y aislados son demasiado pequeños para justificar la adopción de centros, cuando la dimensión del conjunto es demasiado grande, la definición rigurosa de espacios compromete la posibilidad de calificación. En ciertas áreas, esta recalificación no es posible más que con la demolición de los espacios ya construidos.


REVERSIÓN DEL CRECIMIENTO DE LAS METRÓPOLIS TRADICIONALES
La rápida e intensa urbanización de la sociedad, no solamente en términos cuantitativos, se ha generalizado en casi todas las regiones del planeta en esta segunda mitad del siglo XX.
Sin embargo, todos estos años de política de contención del crecimiento urbano y de desaceleración del crecimiento poblacional en los países desarrollados han provocado alteraciones significativas.
La primera es el desplazamiento geográfico del peso y de la localización de la red urbana en el mundo. La segunda, y que complementa la primera, es que la concentración urbana en Europa y en América del Norte presenta tasas decrecientes de crecimiento urbano, mientras que las grandes ciudades de Asia, África y América Latina continúan teniendo tasas elevadas de urbanización y concentración urbana, aumentando así el número de ciudades con más de cinco millones de habitantes.
Estos hechos, que tienen ecos de extrema importancia para el urbanismo y la planificación urbana, no inciden de la misma manera en el conjunto de las grandes metrópolis actualmente existentes en el mundo. Las grandes ciudades de los países considerados en desarrollo han igualado ya en tamaño a las ciudades más grandes del mundo.
Ciudades tales como Sao Paulo, México, Río de Janeiro, entre muchas otras, no solamente han mantenido altas tasas de crecimiento sino que también ven agravarse todos los días sus disfunciones urbanas. Para no citar más que algunos indicadores de viabilidad, y de modo de vida urbana, estas ciudades imponen una carga diaria en tiempo de transporte superior a dos horas. Este mismo recorrido promedio cotidiano en las grandes ciudades de Estados Unidos, Europa y Japón es inferior a 50 minutos. En ciudades como Sao Paulo, el tiempo de transporte aumenta aún más cada año. Es una tendencia que todavía no ha sido revertida.
Ya las grandes metrópolis de principios del siglo (Londres, Berlín, Nueva York, etcétera), siguiendo el ejemplo de París, han tenido una inflexión en su tasa de crecimiento urbano, y actualmente se han estabilizado o presentan tasas de crecimiento anual de poco más de cero. Además, teniendo otra vez a París como ejemplo, el conjunto de la región central de la metrópoli ha presentado un crecimiento negativo, es decir, pierde población. Así pues, nos parece que después de algunos decenios de vigencia de las políticas urbanas, que buscan la contención del crecimiento urbano metropolitano, las principales metrópolis europeas han comenzado a presentar signos concretos de un tope en su crecimiento.
Las consecuencias de esta verificación son fundamentales para la orientación de proposiciones y estrategias urbanísticas que han tomado cuerpo a fines de los años setenta. Con una población estabilizada de las metrópolis, o incluso declinante en sus zonas centrales, se hace inevitable repensar nuevas estrategias de intervención.
La estabilización de la población de las metrópolis, y sobre todo el decrecimiento de la población en las zonas centrales, podrían estar originando un nuevo tipo de preocupación completamente opuesto al que tenían los urbanistas de principios de siglo. Actualmente ya no se teme a la explosión de los grandes centros urbanos, sino por el contrario, al vaciamiento. Nuestro ejemplo de la fábrica Fiat al comienzo de este texto, uno de los monumentos del movimiento moderno que asombraba en su época por la posibilidad de engendrar trastornos, asombra actualmente por su total abandono; un inmueble fantasma completamente desactivado que sólo espera una cosa: su reemplazo o transformación.
De ahí los conceptos y propuestas de una nueva centralidad con la creación de áreas urbanas y de barrios generadores destinados no solamente a llevar comodidades urbanas a los suburbios, sino también a reforzar y revitalizar los centros ya existentes.
Por el contrario, si en los años cincuenta, sesenta y hasta la mitad de los setenta, los gobiernos locales centraban sus esfuerzos en la administración urbanística y la planificación del crecimiento urbano acelerado, en los años subsiguientes, su preocupación ha estado dirigida hacia la dotación de servicios a las grandes zonas urbanas que han sido incorporadas a las ciudades en el periodo precedente.
A partir de ese momento, el urbanismo para estas ciudades entra en una nueva fase. Ya no es un urbanismo de anticipación como lo era, por ejemplo, la experiencia de las new towns y las villes nouvelles. Se convierte en un urbanismo de transformación endógeno recreando la ciudad a partir de su interior, de su renovación.
Ahora es necesario que los arquitectos y los urbanistas definan cuáles son los nuevos presupuestos teóricos, los nuevos temas, los nuevos instrumentos y las nuevas estrategias para poder promover esta transformación urbana. ¿Y en cuanto a las otras ciudades?, ¿en cuanto a nuestras ciudades?
Es necesario establecer algunas diferencias con respecto a los contextos específicos abordado antes. Primero, nosotros somos un país de asentamientos y urbanización recientes. No tenemos una gran herencia urbana. La ciudad tradicional, las ciudades de la Edad I, tiene poca expresión física en el conjunto de nuestras ciudades. Aquí predomina la ciudad de la segunda edad, no exactamente con el acento racionalista y corbusiano, sino más bien "caboclo".
Nuestra ciudad de la segunda edad está en gran parte formada. Los grandes conjuntos habitacionales, tan indignos como sus similares europeos, nos han dado la satisfacción de no ser numerosos, no predominan en nuestro paisaje, ni en el centro ni en los suburbios.
En los mismos años del cincuenta al ochenta, la ciudad se ha extendido teniendo como base el lote individual y la habitación autoconstruida. Aquí, lo que se considera formado está en gran medida todavía en formación. Lo provisional se convierte en definitivo, los asentamientos se transforman ante nuestros ojos inclusive antes de estar terminados. Es difícil saber si una casa en un suburbio tendrá uno o tres pisos, sólo el tiempo podrá decirlo. Es la autoconstrucción infinita. La idea de ciudad acabada no es predominante en nuestro repertorio, porque aunque todavía insatisfechos por estas diferencias, nosotros somos también iguales. En nuestros días, todavía sufrimos en nuestras ciudades dos males simultáneos: la adolescencia y la vejez (obsolescencia asociada a los efectos de la globalización). Todavía tenemos un fuerte crecimiento periférico, con gran deterioro de las zonas centrales y de algunas zonas industriales más recientes. Zonas que empiezan a mostrar signos de un vacío económico y poblacional al lado de zonas periféricas que incorporan nuevos territorios a nuestras metrópolis.
Pero es nuestra ciudad, es nuestra diversidad. Para nosotros, tampoco hay recetas.
LOS AÑOS DE CRÍTICA Y REFLEXIÓN
Después de más de medio siglo bajo el fuego de ideas, principios e intereses diversos, las ciudades y sus suburbios son el resultado del crecimiento y la superposición de lógicas múltiples y variadas. Una sucesión de factores económicos y sociales aleatorios, que responden no solamente a principios y modelos, sino también a urgencias y necesidades. Así pues, ya sea en función de la copia, de la repetición estandarizada, o bien por omisión, urgencia y necesidad, como es el caso de una buena parte de los suburbios autoconstruidos de las ciudades del Brasil, y en otras partes, la ciudad de hoy día, en buena parte, ya está constituida.
El crecimiento de las ciudades y su urbanización han creado, o mejor dicho, han resuelto solamente una parte de los problemas: dar alojamiento a la población nueva. La ciudad, por contigüidad o por extensión, presta su nombre, pero no pasa sus atributos a estas nuevas áreas. Aquí tenemos la ciudad de la tercera edad. Y es para esta ciudad que se deben presentar nuevos planteamientos teóricos, las estrategias de transformación.
Actualmente, asociado a un conjunto de crisis económicas, institucionales e ideológicas, vemos cómo se ponen a discusión una serie de hechos que se daban por ciertos, y conceptos ya establecidos. La arquitectura y el urbanismo, ciertamente, no han escapado a estas crisis de dudas, y los procedimientos ensayados progresivamente en las diferentes regiones del mundo destinados a controlar, orientar y dar forma al crecimiento de las ciudades, son impugnados en cuanto a su naturaleza y eficacia.
El predominio o el consenso, o ambos, respecto a los principios y modelos, comienzan a derrumbarse. Aun teniendo en cuenta la genialidad y el talento de Le Corbusier, las proposiciones del CIAM, la ambición de postular conceptos definitivos y universales para la construcción y la organización de la ciudad moderna, así como los resultados obtenidos, han resultado profundamente discutibles. Habitar, circular, trabajar, es lo esencial, y sin embargo, insuficiente para constituir una ciudad.
El momento actual, por lo tanto, debe orientar su análisis y su reflexión no solamente a los aspectos cuestionables de la planificación urbana cuantitativa y su ideario moderno, sino también a toda la materia establecida de la ciudad, y a partir de allí evaluar los resultados concretos de las situaciones portadoras de sentido. Actualmente nosotros andamos a tientas con lo nuevo, y el vacío que acompaña esta búsqueda hace más fácil y refuerza la tendencia a la regresión y a la necesidad de apegarse a las tradiciones más recientes.
Con ello, la idea de ciudad en su sentido tradicional adquiere todavía más cierta importancia, se convierte en la canción recurrente. Se habla de un retorno a la ciudad, de un redescubrimiento de los valores de la ciudad. Pero, ¿cuáles son estos valores exactamente?, ¿de qué ciudad o de cuál de sus partes se habla?, y, ¿para qué situación específica se propone este retorno a la ciudad?
La ciudad de Barcelona es, actualmente, uno de los ejemplos paradigmáticos de la transformación urbana reciente. El arquitecto Oriol Bohigas, uno de los coordinadores de este proyecto, afirma que la "redefinición de la ciudad implica, en efecto, la reconsideración de formas tradicionales. Nuestra generación ha pensado, durante mucho tiempo, que era posible encontrar alguna otra forma de ciudad. Todos nosotros éramos grandes admiradores de Le Corbusier, de la idea de la ciudad radiante, de las proposiciones del CIAM. pero ahora estimamos que la ciudad debe tener una forma comprensible para quienes la habitan. La ciudad debe corresponder a una tradición, y es por eso que nosotros juzgamos que el islote, la calle, el jardín urbano, son todavía muy utilizables y bastante más eficaces que otras formas de ciudad".
En efecto, las transformaciones de Barcelona a lo largo de la fachada marítima hacen esa referencia a la ciudad tradicional. La estructura urbana propuesta para la Villa Olímpica se basa en la estructura urbana existente propuesta por Cerda. Los superbloques propuestos inscriben una nueva jerarquía en la forma urbana en vez de cuestionarla. Las calles principales delimitan los superbloques mientras que las secundarias atraviesan los bloques perimetrales en edificios puente. En este proyecto son perceptibles las influencias de experiencias precedentes, sobre todo las del IBA (Internationale Bauhaussteling Berlín), en la renovación de una gran zona próxima al muro de Berlín. En ambos casos, es perceptible un retorno a la morfología tradicional de la ciudad. De manera similar, en la película Las alas del deseo, el hombre viejo insiste en no aceptar la tierra arrasada. Sobreviviente de un Berlín destrozado, camina solitario al lado del muro, en un paisaje de un vacío futurista, donde los vestigios de la ciudad se esconden bajo la hierba. El viejo deambula en los cafés y en los bares de su tiempo, tratando de hacerlos volver.

ÁREA METROPOLITANA

Área metropolitana
Un área o zona metropolitana es una región urbana que engloba una ciudad central que da nombre al área y una serie de ciudades satélites que pueden funcionar como ciudades dormitorio, industriales, comerciales y servicios, todo ello organizado de una manera centralizada. También se la conoce como red urbana.
El concepto de área metropolitana es indispensable para comprender la realidad urbana de nuestro tiempo: se trata de un fenómeno que principalmente se desarrolla a partir del
siglo XIX, relacionado en sus inicios con la Revolución industrial y que, sobre todo, a final del siglo XX afecta a la mayoría de las ciudades grandes y medias, ya no sólo producido por el desarrollo económico y social en los países desarrollados, sino también, debido a las altas tasas de crecimiento demográfico, en los países emergentes y del tercer mundo. La mera observación del entorno periférico de ciudades como Granada lo manifiestan de un modo evidente, mediante la evolución de las comunicaciones, la proliferación de nuevas actividades, la expansión urbanística y, a nivel social, con la ubicación indistinta de todos los estratos sociales en toda el área, como domicilio habitual. Por otro lado, si se compara la evolución de distintas ciudades en España, como Zaragoza y Córdoba, de un lado, con una amplia superficie en su término municipal, que superan los 1.000 km², cuyas áreas metropolitanas se circunscriben básicamente al municipio que les da nombre, y Cádiz y Granada, de otro, con términos municipales de extensión reducida, inferiores a 100 km², cuyas áreas metropolitanas están constituidas por algo más que el núcleo municipal central, se podrá entender que ignorar el concepto de área metropolitana es ignorar, en gran parte, la verdadera dimensión urbana de las distintas ciudades. Además, en el ámbito administrativo y político es imprescindible considerar las áreas metropolitanas, y por supuesto la de Granada, para comprender de un modo razonable las necesidades que surgen en el presente, acuciantes en determinados casos, por falta de previsión, y tratar de anticiparse, en la medida de lo posible, a las futuras, para intentar generar un ordenamiento urbanístico adecuado, un desarrollo integral deseado y un correcto dimensionamiento urbano, necesario para alcanzar unos niveles aceptables de bienestar para la zona.
Hay numerosos ejemplos de áreas metropolitanas en el mundo. En
América del Sur: São Paulo, Buenos Aires, Río de Janeiro, Lima-Callao, Bogotá, Santiago de Chile y Caracas, entre las más pobladas y extensas. En América del Norte: Nueva York, la Ciudad de México, Los Ángeles y Chicago. En Europa, algunas de las mayores son las de París, Londres, Moscú o Madrid.
Diferentes modelos de organización urbana
El concepto central que diferencia el concepto "área metropolitana" de otras organizaciones demográficas se encuentra en el enfoque que se le dé a esa agrupación. Bien sea la idea de un sistema radial, centralizado con una ciudad principal, cuyo tamaño está generalmente definido por las correspondientes administraciones, y con grandes
densidades de población –área metropolitana–. O bien la consideración del núcleo urbano como la suma de una o más ciudades principales que a su vez pueden tener sus correspondientes áreas metropolitanas, y que, debido al crecimiento de éstas, han llegado a fusionarse en una agrupación superior –conurbación–. En ciertos casos de este segundo modelo, la extensión física y la población serían enormes, formando núcleos de decenas de millones de habitantes que agruparían ciudades ya de por sí grandes y conformando megalópolis. En la práctica, los conceptos: metrópolis, área metropolitana, conurbación, megalópolis y otros más generales pueden referirse a la misma cosa, pero fijándoles previamente las cualidades o variables que deseamos incluir en el espacio geográfico, siendo típicas la proximidad o la densidad de población, pero no definitivas.
El pensamiento sociológico sobre la sociedad urbana es enriquecedor: considérese ya sea el de los mismos sociólogos (
Alain Touraine en La transformación de las metrópolis) o el de los cineastas (Fritz Lang en Metrópolis) o el de los especialistas en ecología humana (Amos H. Hawley en La estructura de los sistemas sociales, un clásico).
Finalmente, el desarrollo de muchas áreas rurales con miles de casas unifamiliares, carreteras en vez de calles, numerosas urbanizaciones, espacios verdes por todos los sitios en vez de parques y una extensión de decenas de kilómetros cuadrados, ha construido un nuevo concepto de ciudad que ya no tiene mucho que ver con la ciudad típica, pues presenta infraestructuras muy caras debido a su baja densidad y gran extensión, pero una calidad de vida superior. Existe entonces una gran preocupación y dedicación por parte del municipio por la definición de prioridades y por su dotación presupuestaria. El estudio de las
prioridades sociales como índices, que componen indicadores sociales de desarrollo regional, que es el objetivo final de tales planes regionales, merece un tratamiento independiente. Aunque no sea el único tema, merecen un lugar destacado el transporte, los medios de comunicación, la educación, la salud y , claro está, el trabajo y de todo esto debe de ser dotada el área. Hay proyectos en marcha, bien documentados, de esta nueva condición humana para las preguntas y las respuestas nuevas.
Áreas metropolitanas por población estimada en 2005
Lugar

Nombre del área metropolitana
País
Población estimada (2005)
1
Área metropolitana de Tokio
Japón
32.450.000(1)
2
Zona Metropolitana de la Ciudad de México
México
22.450.000(1)
3
Seúl - Anyang - Bucheon - Inchon - Pocheon - Seongnam - Suwon
Corea del Sur
20.550.000(1)
4
Área metropolitana de Nueva York
Estados Unidos
19.750.000(1)
5
Bombay - Kalyan - Navi Mumbai - Thane - Ulhasnagar
India
19.200.000(1)
6
Yakarta - Bekasi - Bogor - Depok - Tangerang
Indonesia
18.900.000(1)
7
Región Metropolitana de São Paulo
Brasil
18.850.000(1)
8
Delhi - Faridabad - Ghaziabad - Gurgaon - Nueva Delhi
India
18.600.000(1)
9
Osaka - Kōbe - Kioto
Japón
17.375.000(1)
10
Shanghái
China
16.650.000(1)
11
Gran Manila
Filipinas
16.300.000(1)
12
Hong Kong - Shenzhen
Hong Kong China
15.800.000(1)
13
Gran Los Ángeles
Estados Unidos
15.250.000(1)
14
Calcuta - Bhatpara - Chunchura - Haora
India
15.100.000(1)
15
Moscú - Khimki - Liubertsy - Mytishchi
Rusia
15.000.000(1)
16
El Cairo - Guiza
Egipto
14.450.000(1)
17
Gran Buenos Aires
Argentina
13.170.000(1)
18
Área metropolitana de Londres
Reino Unido
12.875.000(1)
19
Pekín
China
12.500.000(1)
20
Región Metropolitana de Río de Janeiro
Brasil
12.150.000
21
Dhaka
Bangladesh
12.050.000
22
Karachi
Pakistán
11.800.000(1)
23
Teherán - Karaj
Irán
10.800.000
24
Estambul
Turquía
10.200.000
25
Área metropolitana de París
Francia
9.850.000
26
Área metropolitana de Chicago - Gary
Estados Unidos
9.650.000
27
Lagos - Ikeja - Mushin
Nigeria
9.600.000
28
Lima Metropolitana
Perú
8.150.000
29
Nagoya
Japón
7.930.000
30
Área metropolitana de Washington D. C. - Baltimore - Arlington
Estados Unidos
7.900.000
31
Área metropolitana de Bogotá
Colombia
7.881.156
32
Área Metropolitana Gran Johannesburgo
Sudáfrica
7.750.000
33
Bangkok
Tailandia
7.650.000
34
Chongqing
China
7.650.000
35
Chennai - Avadi - Manali - Tambaram
India
7.300.000
36
Área de la Bahía de San Francisco
Estados Unidos
7.250.000
36
Maracaibo
Venezuela
7.250.000
37
Kinshasa - Brazzaville
R.D. del Congo R. del Congo
6.950.000
38
Lahore
Pakistán
6.950.000
39
Taipéi
Taiwán
6.800.000
40
Toronto - Hamilton - Oshawa
Canadá
6.700.000
41
Bangalore
India
6.650.000
42
Hyderabad
India
6.350.000
43
Filadelfia - Trenton - Wilmington
Estados Unidos
5.950.000
44
San Petersburgo
Rusia
5.850.000
45
Essen - Duisburg - Dortmund - Bochum - Bottrop
Alemania
5.800.000
46
Detroit - Livonia - Warren - Windsor
Estados Unidos Canadá
5.800.000
47
Boston
Estados Unidos
5.700.000
48
Dallas - Fort Worth
Estados Unidos
5.700.000
49
Tianjin
China
5.580.000
50
Miami - Fort Lauderdale
Estados Unidos
5.400.000
50
Valencia (Carabobo)
Venezuela
5.400.000
51
Jartum - Omdurmán
Sudán
5.350.000
52
Región Metropolitana de Belo Horizonte
Brasil
5.300.000
53
Ahmedabad
India
5.250.000
54
Santiago de Chile
Chile
5.250.000
55
Bagdad
Iraq
5.200.000
56
Área metropolitana de Madrid
España
5.200.000
57
Riad
Arabia Saudita
5.150.000
58
Houston
Estados Unidos
5.150.000
59
Alejandría
Egipto
5.050.000
60
Área metropolitana de Atlanta
Estados Unidos
4.850.000
61
Rangún
Birmania
4.850.000
62
Cantón
China
4.800.000
63
Wuhan
China
4.800.000
64
Harbin
China
4.550.000
65
Barquisimeto
Venezuela
4.500.000
66
Shenyang
China
4.450.000
67
Ciudad Ho Chi Minh
Vietnam
4.450.000
68
Singapur
Singapur
4.400.000
69
Pune - Pimpri-Chinchwad
India
4.250.000
70
Argel
Argelia
4.200.000
71
Zona Metropolitana de Guadalajara
México
4.200.000
72
Sidney
Australia
4.200.000
73
Berlín - Potsdam
Alemania
4.150.000
74
Abiyán
Costa de Marfil
4.050.000
75
Kuala Lumpur - Petaling Jaya
Malasia
4.050.000
76
Porto Alegre
Brasil
3.950.000
77
Chittagong
Bangladesh
3.900.000
78
Casablanca
Marruecos
3.850.000
79
Área metropolitana de Barcelona
España
3.800.000
80
Área metropolitana de Milán
Italia
3.800.000
81
Zona Metropolitana de Monterrey
México
3.800.000
82
Busán
Corea del Sur
3.750.000
83
Chengdu
China
3.750.000
84
Recife - Olinda
Brasil
3.750.000
85
Jedda
Arabia Saudita
3.650.000
86
Área metropolitana de Phoenix
Estados Unidos
3.650.000
87
Seattle - Tacoma
Estados Unidos
3.650.000
88
Ankara
Turquía
3.600.000
89
Montreal
Canadá
3.600.000
90
Pyongyang
Corea del Norte
3.600.000
91
Área Metropolitana de Medellín
Colombia
3.550.000
92
Melbourne
Australia
3.550.000
93
Atenas - El Pireo
Grecia
3.500.000
94
Brasilia
Brasil
3.500.000
95
Surat
India
3.500.000
96
Salvador de Bahía
Brasil
3.400.000
97
Esmirna
Turquía
3.370.000
98
Fortaleza
Brasil
3.300.000
99
Minneapolis - Saint Paul
Estados Unidos
3.300.000
100
Área metropolitana de Roma
Italia
3.300.000

Planificación estratégica urbana
Mediante los procesos de planificación estratégica urbana (PEU) se desea, en general, clarificar el modelo de
ciudad deseado y avanzar en su consecución, coordinando los esfuerzos públicos y privados, canalizando las energías, adaptándose a las nuevas circunstancias y mejorando las condiciones de vida de los ciudadanos.
La planificación estratégica es una técnica que se ha aplicado en múltiples facetas de la actividad humana; basta recordar a
Sun Tzu, Arthur Thomson o Henry Mintzberg; sin embargo, es relativamente reciente la aplicación de la planificación estratégica a la realidad urbana, a las ciudades y regiones o áreas metropolitanas y sus inicios son eminentemente prácticos y artesanales: una mezcla de pensamiento, técnicas y arte o buen hacer.
Fueron suficientes 15 años de práctica para que la técnica se extendiera y se organizara el primer “Encuentro de ciudades europeas y americanas para el intercambio de experiencias en planificación estratégica”. Dicho encuentro, celebrado en
Barcelona en 1993, contó con la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, la Comisión de la Comunidad Europea y el Instituto de Cooperación Iberoamericana. Participaron, entre otras, las ciudades de Ámsterdam, Lisboa, Lille, Barcelona, Toronto y Santiago de Chile.
En dicho encuentro se puso de manifiesto, entre otros aspectos relevantes, que si en las grandes ciudades se abordan procesos de colaboración para realizar procesos de planificación estratégica, y si se consigue un entendimiento razonable entre las administraciones, las empresas y una amplia representación de agentes sociales, entonces se generan sinergias organizativas que, a medio plazo, mejoran la aplicación de los recursos y la calidad de vida de los ciudadanos.
Origen
Los procesos de planificación estratégica urbana (PEU) surgen a finales del
siglo XX. La ciudad de San Francisco (EE. UU.) condujo su proceso entre 1982 y 1984. La principal motivación para iniciar procesos de planificación estratégica urbana ha sido el intento de reaccionar adecuadamente a situaciones problemáticas (estancamiento o crisis económica, principalmente); en los inicios del siglo XXI no se adopta esta forma organizativa de manera reactiva sino más bien proactiva; refiriéndose a España, las situaciones de crisis no son los principales desencadenantes de estos procesos, sino que las motivaciones se encuentran en la búsqueda de la colaboración público-privada, en el deseo de coordinar actuaciones, en la mejora continua, en el deseo de lanzar procesos de revitalización e incluso de seguir ejemplos
La determinación inicial necesaria para lanzar este tipo de procesos varía geográficamente; en España, la mayor parte de los procesos son liderados por Entidades públicas, aproximadamente el 50%; un porcentaje importante tiene un liderazgo mixto público-privado.
Descripción de los procesos de PEU
Un proceso de PEU, según Borja y Castells es:
La definición de un proyecto de ciudad que unifica diagnósticos, concreta actuaciones públicas y privadas y establece un marco coherente de movilización y de cooperación de los actores sociales urbanos. El proceso participativo es prioritario respecto a la definición de contenidos, puesto que de este proceso dependerá la viabilidad de los objetivos y actuaciones que se propongan. El resultado del Plan estratégico no es una norma o un programa de gobierno (aunque su asunción por el Estado y por el Gobierno Local deberá traducirse en normas, inversiones, medidas administrativas, iniciativas políticas, etc.) sino un contrato político entre las instituciones públicas y de la sociedad civil. Por ello el proceso posterior a la aprobación del plan y el seguimiento e implantación de las medidas o actuaciones, es tanto o más importante que el proceso de elaboración y aprobación consensuales.
Hoy podemos decir que los PEU son un tipo de
Gobernanza.
Fases básicas de un proceso de PEU
Sobre la base de los trabajos de la Secretaría técnica, los grupos de trabajo debaten y aprueban un diagnóstico de la ciudad que incluye su posicionamiento; el documento debe aprobarse por el Comité Ejecutivo, por el Consejo General o el Pleno de la Corporación en su caso.
A partir del diagnóstico y teniendo en cuenta sus antecedentes y sus conclusiones, las fortalezas y las debilidades, se pasa a elaborar escenarios fundándose en el ejercicio de ejercitar la imaginación y el rigor, realizando tareas de prospectiva, elaborando alternativas futuras posibles, de forma que el Comité Ejecutivo pueda escoger un modelo, una visión para la ciudad sobre cuya base se generarán una relación de temas críticos y/o líneas de actuación genéricas.
Reformulados los grupos de trabajo, compuestos principalmente por personas con capacidad de decisión y por implantadores, se trata por separado cada tema crítico y cada línea de actuación, elaborando una relación pormenorizada de proyectos necesarios y/o convenientes. Una vez consolidados los resultados, se dispondrá de una serie de proyectos estratégicos priorizados a partir de los cuales se efectuará una selección y se pasará a elaborar un plan de acción que contemple agentes involucrados, tiempos y recursos. Las personas implicadas en la estructura del proceso, al menos teóricamente, disponen de la capacidad de impulsarlo; puede consultarse, a título de ejemplo, la composición del Consejo General del Plan Metropolitano de Barcelona.
Una vez aprobados los documentos anteriormente mencionados, se entra en la implantación, en la ejecución propiamente. La importancia de esta fase es decisiva, en ella los planes suelen dotarse de una estructura en la que se clarifica aún más la organización; pueden consultarse las siguientes referencias
Observaciones críticas a los procesos PEU
Pueden constatarse críticas a los PEU desde aquellos sectores que buscan promover la participación ciudadana, también desde los profesionales orientados a la planificación territorial y desde los que privilegian la actuación política.
Sin embargo los PEU tienen aspectos que potencian la participación selectiva, la ordenación del territorio y la coordinación / colaboración público-privada; por otra parte estos procesos de Planificación Estratégica Urbana parece que tienen una cierta independencia de las ideologías políticas (a título de ejemplo los procesos PEU de Barcelona, Bilbao y Valencia se desarrollan con equipos de Gobierno del PSC-PSOE, PNV y PP respectivamente) y que pueden producir una acusada estabilidad de la mayoría impulsora.
Desarrollo teórico
El conocimiento acerca de los procesos de planificación estratégica urbana está evolucionando según dos líneas complementarias que podrían nombrarse, tomando prestado conceptos de la programación, como Bottom-Up y Top-down.
Bottom-Up
Existen una clara diferencias entre lo que podría denominarse un enfoque tradicional de la Planificación estratégica y el enfoque emergente (Fernández Güell. Planificación estratégica de ciudades).
Antes Predominio del producto, ahora Predominio del proceso
Antes Sectorial, ahora Integrado
Antes Normativo, ahora Estratégico
Antes Orientado a objetivos, ahora Orientado a coste-beneficio
Antes Orientado a oferta urbana, ahora Orientado a demanda urbana
Antes Sujeto a limites administrativos, ahora Supera límites administrativos y entra en las Áreas y Regiones Metropolitanas
Antes Participación abierta, hoy Participación focalizada
Por supuesto, en
2006 hay una evolución manifiesta que intenta adaptarse a los cambios experimentados, a las sensibilidades políticas e incluso a las modas. En todo caso, es una línea de pensamiento y actuación que aprovecha la experiencia de las implantaciones realizadas.
Top-Down
Dado que:
Está por determinar la influencia de cada agente en la realización del proceso global considerado
No existe un criterio generalmente aceptado a la hora de crear herramientas para medir el progreso o retroceso en la consecución del objetivo central.
Los procesos de colaboración entre los distintos agentes de la ciudad para efectuar la planificación estratégica suelen realizarse utilizando una estructura organizativa “marco” que presenta diferencias.
Sobre una gran ciudad influyen políticas y hechos externos,
Esta línea de investigación busca avanzar en el diseño de un modelo que determine los factores relevantes para el éxito de un proceso de planificación estratégica en grandes ciudades y áreas metropolitanas.
Dentro de esta línea, que busca una teoría más general, pueden citarse las dos Tesis Doctorales recientes que se citan en la bibliografía.
Debe señalarse que una teoría que explique la Planificación Estratégica Urbana en Áreas y/o Regiones metropolitanas implicará avances en la consolidación del
Diseño Social (Social Design) como actividad científica.
Bibliografía
Borja y Castells. “Local y Global”. 1998.
Fernández Güell, J. Miguel. Planificación estratégica de ciudades. 1997.
Ganau Casas, Mallarach Isern. “Planificació estratégica territorial a Catalunya”. 2003.
Pascual Esteve, Josep Mª. “La gestión estratégica de las ciudades”. 2002.
Quintás Alonso, José. “Análisis de los factores y políticas comunitarias que favorecen el diseño y ejecución de la planificación estratégica de Grandes Ciudades y Áreas Metropolitanas, basándose en las experiencias de Barcelona, Bilbao y Valencia”, tesis doctoral leída en febrero de 2006.
[14]
Sanguino Galván, Ramón. “Gestión del conocimiento y competitividad: análisis en las ciudades españolas”, tesis doctoral leída en enero de 2005.
Fernández Güell, J. Miguel. "25 años de planificación estratégica de ciudades" en CIUDAD y TERRITORIO Estudios Territoriales. 2008.